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Muchas veces creemos que el otro nos entiende. Luego vemos que no fue así y nos frustramos. ¿Cómo comunicar y entenderse realmente, profundamente?

Normalmente la comunicación la hacemos a través de la palabra. Nos concentramos en las palabras que escuchamos y escogemos las palabras que pueden  expresar lo mejor posible lo que queremos transmitir. Pero muy a menudo no lo logramos… aún usando las palabras que nos parecen perfectas, el otro no capta lo que realmente estamos sintiendo.

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Y es que muchas cosas quedan limitadas al usar las palabras… la expresión es corta, pobre.  A veces, en cambio, lo logramos y quedamos encantados y satisfechos: ¡es cuando la comunicación ocurrió también en el cuerpo sutil!La verdadera comunicación ocurre en el campo sutil.  Hemos estado hablando del cuerpo sutil las ultimas semanas: es por medio de este cuerpo que se capta lo que le pasa al otro con exactitud. El contacto profundo se da ahí. Es cuando no solamente se entiende con la cabeza, sino con todo el Ser, puedes sentir al otro, colocarte en el lugar del otro, ser el otro. No hay ya separación: estamos juntos.

La palabra(*) es periférica, no llega al núcleo ni toca el alma, a menos que nuestros cuerpos sutiles se toquen. Es cuando podemos “sentir” las imágenes mentales que el otro intenta transmitir, recoger las vibraciones sutiles que los demás emanan y percibir al otro en su totalidad. Todo ello acompañado de una absoluta seguridad sobre lo que está ocurriendo.

Mucha gente comenta con asombro cuando se encuentran con alguien que parece leerles el pensamiento o saber cosas que no tendrían como saber. Esta aparente brujería no es más que un contacto entre dos cuerpos sutiles y que el otro sepa “leer la energía(**)” del otro. Si puedes sentir al otro en tu cuerpo, puedes también saber si está triste o alegre, si tiene algo preocupándole o si está lleno de ilusión. A través de la práctica, cualquier persona puede desarrollar esta facultad.

Es fácil sentir la energía del otro.  En realidad, lo que la mayoría de las personas necesita desarrollar es la capacidad de NO sentirse afectado por la energía de otras personas y del entorno. Cuando nuestro cuerpo sutil está debilitado, abierto, recoge todo lo que está a su alrededor. Si estás entre ángeles, te sentirás angelical. Si estás en un ambiente pesado, así vas a sentirte. En cambio, cuando el cuerpo sutil está cerrado, compacto, no es afectado por el entorno, puedes sentir al otro pero no ser invadido por la energía del otro.



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Esta es una de las cosas que deberíamos aprender desde pequeños: sentirnos unos a los otros, pero sin dejarnos invadir por las energías de fuera, ajenas. Para ello, necesitamos un momento de soledad, de contacto consigo mismo, y concentrar la atención(***) y el pensamiento en nuestro cuerpo. Tomar consciencia de la energía que circula por nuestro cuerpo y con ello llenarse de sí mismo. En una botella llena no entra nada más.Una botella tiene los contornos definidos y dentro no cabe nada más.

Lo mismo podemos hacer mentalmente con nuestro cuerpo: definir y sellar sus contornos y sentirlo lleno de sí mismo. En este estado, no le va invadir nada externo. Esto, sin embargo, no impide que “sientas” al otro, que captes que tipo de energía trae consigo. Te invito, lector, a este ejercicio durante la semana. Experimenta y comienza a percibir el mundo sutil. La experiencia de la vida puede cambiar mucho con esta percepción.

 

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(*)La palabra –  Estudios hechos sobre comunicación atribuyen a la palabra solamente un 7% de lo que es comunicación efectiva. La comunicación se da en porcentajes mucho mayores por medio del tono de voz, el gesto, la postura corporal, y no digamos el toque. Simplemente porque todo ello es menos controlado por la mente y por esto, el cuerpo sutil tiene más campo de expresión.
(**)Leer la energía –  cuando hablo de leer la energía lo que quiero decir es que la energía tiene calidades, colores y hasta texturas y olores. Cuando logras discernir entre los diferentes matices, puedes leer un mensaje con tanta seguridad como cuando lees un libro. Es simplemente otro lenguaje, un código que cada uno tiene descifrar con la experiencia, pues este código es percibido de forma diferente por cada persona.
(***)Atención – La atención es nuestra forma de dirigir la energía, el cuerpo sutil. Cuando pones la atención en algo, este algo inmediatamente se nutre energéticamente. De ahí que, cuando le damos atención a un determinado pensamiento, la energía va a nutrirlo y por ello materializar lo que el pensamiento indica. Con la mente, influimos sobre el cuerpo sutil, lo usamos o lo dañamos.

 

 

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