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Parece que se tienen que dar unas condiciones ideales para estar centrados: una meditación, el sonido de unos cuencos tibetanos, estar en medio de la naturaleza o recluirnos en un monasterio en silencio durante semanas. Nadie duda de que eso ayuda, pero ciertamente nuestro potencial es mucho mayor. La importancia del centramiento es tal, que hay que intentar obtenerlo en cualquier circunstancia y lugar. Al fin y al cabo, solo depende de nosotros.

Te dejamos con Marly que ella te lo cuenta mucho mejor en el vídeo:

Pocas cosas pueden dar más satisfacción que disfrutar de ese centramiento en medio de un atasco, en un concierto, en un centro comercial atestado (nos va a tocar en breve), etc.  Se trata más de llevar nuestra energía, nuestra conexión, el triángulo de centramiento allí donde el entorno no es favorable. Y no sólo esperar a que se den esas condiciones ideales, que la mayoría de las veces, en el día a día, nunca llegan.

Os invitamos a practicar, también en esas circunstancias, el centramiento. Puedes aplicarlo junto con el ejercicio del post del lunes: cómo comunicar de verdad

Y, si te apetece, también puedes contarnos cómo mantienes tú el centramiento.

 

 

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