Apoyados en percepciones subjetivas y a menudo no reales, creamos un mundo ilusorio a través del cual sufrimos, criticamos, nos desesperamos y rabiamos.
Las proyecciones(*) impiden que veamos la realidad tal cual es. ¡Pero la cosa no acaba aquí! Por encima de una distorsión, creamos toda una historia, sacamos conclusiones, creamos ilusiones, imponemos nuestras certidumbres. ¡Creamos culebrones completos usando percepciones irreales!
Los celos(**) nos dan un buen ejemplo de cómo ocurre esto. Una mujer casada hace muchos años con un marido ejemplar, empieza a sospechar de él a causa de unas habladurías. Él niega la infidelidad. Ella no puede evitar observarle cada gesto, cada mirada. Una llamada equivocada es motivo de sospechas, de elucubraciones sin fin. Imagina, reimagina y vuelve a imaginar lo que quiere decir un titubeo en la voz, una respuesta tardía, un ademán casual. Un día le saluda al llegar a casa y ve que está medio escondiendo una bolsa que trae en la mano. Otra vez se le dispara la imaginación: qué me quiere ocultar, llevará un regalo para “la otra”, me está tomando el pelo… No puede más y le pide que abra la bolsa. Dentro iba un vídeo de fútbol, afición reprochada por la esposa, razón de la inocente conducta de ”niño que ha hecho algo malo” del marido. En este momento, se desmontan todos los castillos mentales, desconfianzas y celos de la esposa. Ella deja de proyectar y vuelve a ver la realidad tal y como es. Pero mientras tanto, ha sufrido enormemente por su creación mental…
De la misma manera, creamos enormes “conspiraciones internas”, que nos hacen ver cosas imaginarias, con relación a miedos, injusticias (aquí es donde se da más, quizá), rechazos, desprecios…
Propongo un ejercicio sobre este tema:
Para esta semana, vamos a contrastar con la realidad cada juicio que tenemos de lo que el otro siente o piensa de nosotros. Expresarlo a la persona adecuada y comprobar si es real. Es importante hacerlo sin darlo por hecho ni acusar al otro de nada. En Programación Neurolingüística se le llama a esto “mi alucinación”: “mi idea es que no estás a gusto conmigo” o “tengo la sensación de que me quieres mucho” o “estoy pensando que no quisiste saludarme”… etc. Nos asombraremos de la cantidad de veces en que la realidad no tiene nada que ver con lo que estamos pensando…
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–Proyección(*): Cuando se habla de proyección en psicología, se está hablando de una realidad modificada por emociones que corresponden a experiencias anteriores, que “colorean” lo que está ocurriendo aquí y ahora. Superponemos unas a las otras, creando una percepción distorsionada de la realidad.
–Celos(**): Los celos se construyen sobre sentimientos de inseguridad y dependencia, originados por vivencias anteriores, a veces ni siquiera experimentadas personalmente y sí observadas en otras personas. Muy a menudo son proyecciones de infidelidades propias o deseos de infidelidad no expresados ni vividos. Disminuyen a medida que aumenta la confianza en uno mismo.
Hoy ha sido un día extraño y terminarlo leyendo estos comentarios, me permite ir a dormir con menos tensión. Me ofrece la posibilidad de recordar las herramientas que he ido adquiriendo en estos años de aprendizajes con Marly.
Gracias a ella y todo el equipo que hace que esta cercanía virtual sea posible!!!