¡Ámate!

Así de sencillo.

Ama también a todos aquellos que te acompañan y al resto del mundo (si te llega para todos), pero hoy, un día simbólico no sólo para los vendedores de regalos de color rosa, más que nunca recuérdalo. Y no digo enamórate, sencillamente porque el enamoramiento está definido psicológicamente como una fobia al revés y, además, se termina pronto. Hablo de amarte profundamente, de ser paciente contigo, de hablarte bien aunque las cosas hoy no funcionen o, supuestamente, te hayas equivocado. Hablo de que te respetes regalándote alimentos sanos: tanto mentales, como físicos, como emocionales. Hablo de tratarte con delicadeza como harías con un niño/a, con tu niño/a interior, que muy posiblemente tengas abandonado/a.

Recuerdo que la primera vez que escuché este enfoque en El día de los Enamorados fue hace veinte años en el programa de Mariló López Garrido: La Voz de la Noche, en el que algunos recordaréis que colaboraba Marly. Supongo que ya se había dicho mil veces antes, pero yo jamás lo había escuchado. Mariló dijo: ¡Dedícate una canción de amor!, ¡a ti, sí! Y aunque me sonaba muy raro, y no era mi artista preferida precisamente, yo elegí una de Gloria Estefan. Cuando escuches la letra y, si te apetece, te la dediques, posiblemente entenderás el motivo por el que un sencillo cambio de perspectiva puede transformarlo todo. Y es que, como a todos, me habían educado en el concepto de la media naranja, de que mi valor dependía de la valoración exterior o de estar o no acompañado… Tanto tienes tanto vales.

Y lo sorprendente es que, en ese mismo instante,  también fui consciente de eso que le encantaba decir a Antonio Blay: que el foco que irradia ese amor está dentro de ti. Y, bueno, dado que el primer sitio por el que se deja ver es tan cerca, es posible que merezca la pena que empieces a dejarlo fluir primero contigo. Blay proponía un ejercicio sencillo, puedes probarlo con cualquier amigo/a o contigo mejor:

• Cierra los ojos y piensa en alguna persona que ames, ya se pareja, hijos, padres y/o hermanos que no estén presentes en este momento. Cuando ya lo tengas, amplifica ese amor hasta su máxima potencia, si sientes un poco pide sentir más. Y cuando ya lo estés sintiendo, recuerda que esa persona/s no está/n presente/s, puede que su forma de ser o su comportamiento contigo te hagan sentir un amor especial por ellas, pero ese sentimiento está ahí sin que la persona esté presente, por lo tanto el verdadero foco de amor eres tú. Y, por ese motivo, puedes llenar AHORA todos tus vacíos con él.

Disolver los laberintos mentales que impiden que eso se exprese con naturalidad es uno de los pilares del trabajo interior. Y hoy, por lo que simboliza, es un día perfecto para disolver uno de ellos. Eres digno de amor y eres un foco de amor, así que te propongo practicar contigo, que es muy divertido y no depende de nada ni nadie exterior. Luego vendrá eso que echabas de menos con mucha más facilidad, pero no desde la necesidad, sencillamente se sumará a lo que tú ya has construido.

Ayer me decía Marly lo bueno que es estar bien con uno mismo (no lo grabamos en vídeo, lo siento), pero he recordado que hace poco he visto una entrevista muy buena, realizada por Elsa Punset a un monje budista, que habla de la auto-aceptación. En ella se dice que la aceptación es el primer paso para cambiar y para lograr la felicidad. No puedo estar más de acuerdo. Por eso, solo por hoy, te propongo que busques una canción y te la dediques, si también lo haces mañana… ¡Más diversión :D!

¡Feliz día de San Valentín! Y recuerda que amarse es gratis, solo produce efectos secundarios positivos y está al alcance de tu mano… y, una vez que empiezas, se hace cada día más sencillo.